miércoles, 24 de agosto de 2011

LA BANALIZACION DE NUESTRAS TRAGEDIAS

Al ser consultada por una movilera sobre las versiones que aseguran que mantuvo un romance con el almirante Eduardo Massera durante la última dictadura militar, Graciela Alfano trivializó un tema que merece mayor seriedad. “Si te acostás con un genocida no salís con los 30 mil desaparecidos”, dijo entre risas.

Todo comenzó con una pelea mediática entre la jurado de Showmatch y Jorge Rial en la red social Twitter. El periodista lanzó la consigna #chaufort, para pedir que el chocolatero no esté más en la televisión. Nadie sabe bien por qué, la vedette arremetió proponiendo un #chaurial. "Tranquilos, que no la sigo ni le pienso responder. Parece que el esperma de Massera está haciendo efecto", respondió el conductor de Intrusos.

El cruce en Twitter siguió con normalidad hasta que ayer aparecieron las nuevas declaraciones de Alfano que, jocosa, comparó la dictadura con la democracia y no se encargó de negar los rumores sobre el vínculo que habría tenido con el represor. “También hay 70 mil muertes por año por jueces que dejan libres a homicidas”, afirmó Alfano cuando la movilera le comentó que Massera no fue elegido por el pueblo y que durante su gestión hubo 30 mil desaparecidos.

“Yo ni lo admito ni no lo admito. Además, si las hubiera tenido, no lo voy a decir”, dijo evasiva. Y siguió: “Hasta ahora la Corte de La Haya no me ha llamado por los desaparecidos. Y con quién me acosté o me dejé de acostar, es mi problema y me lo banco yo”.

“Cuando cumplí 21 años me metí en la cama con quien quise, hice lo que quise y no me hago cargo de lo que hace una persona, porque vos si salís con un señor rico no salís con el dinero, si te acostás con un señor joven no salís con la edad del señor, si te acostás con un genocida no salís con 30 mil desaparecidos ni te busca la Corte de La Haya”, concluyó.

Jorge Rial le respondió con dureza en su programa de televisión "Saliendo con ese asesino ya sabías lo que pasaba. No mataste a nadie, no desapareciste a nadie. Ahora, ¿que no sabías quién era Massera? Vos sabías", lanzó.

martes, 23 de agosto de 2011

Lohana Berkins, la travesti que quiere ser Presidenta

Se empieza a discutir la ley de identidad de género en el Congreso y Lohana Berkins Está feliz. Muestra uno de los chalecos que hicieron en la cooperativa, se lo coloca en el pecho y sonríe francamente, no sólo para la foto. Esta militante sabe que es el primer paso hacia la ciudadanía plena de sus compañeras travestis. “Vamos a empezar a ser tratadas como iguales, personas que podemos desarrollar nuestra vida cotidiana como profesionales, artistas, políticas siendo quienes somos, en vez de quedar sujetas a la burla, al menosprecio como hasta ahora”, reflexiona.

Conversamos en su oficina de la cooperativa textil Nadia Echazú que funciona desde hace 4 años en Avellaneda y que es salida laboral para 60 personas excluidas no sólo del mercado laboral, sino de sus hogares, de la escuela, de la vida del país. Tiene una convicción y una fuerza que emociona. “Me tengo tanta fe que quiero ser Presidenta de la Nación”, dice cuando hablamos sobre la necesidad de seguir abriendo espacios de ciudadanía. “No sólo sería lograr la presidencia, sino que cuando se me tenga que imputar algo, se me evalúe por mi capacidad de gestión y no por mi condición de travesti”.

Estas son sólo algunas de las reflexiones de Lohana. Los convido a la entrevista completa con una persona que nos ayuda a pensar un país, de verdad, más inclusivo.

- ¿Cuál es la realidad de las travestis hoy?

- Puedo dar cuenta de las situaciones que debemos atravesar las travestis y transexuales en la Argentina y en todo América latina. El travestismo acá se asume entre los 8 y los 13 años y produce una expulsión del hogar del niño o niña travesti. Las travestis femeninas somos rápidamente expulsadas, quizá por el viejo proverbio de que echar a la manzana podrida no permitiría que se pudra todo el cajón. Las familias están en esa situación de tensión y nos echan de nuestros hogares. El relato que yo encarno, matices más matices menos, no es ajena a ninguna travesti del país: las situaciones de violencia, marginación, el encarcelamiento, la muerte, las condiciones de la transformación del cuerpo en absoluta ilegalidad son situaciones comunes a todas nosotras.

- ¿Cómo definiría la identidad travesti?

- Para mí el travestismo es lo mejor que me pasó en la vida, mi manera de estar y de ser en el mundo, es mi manera de relacionarme. Para mí el travestismo viene justamente a romper con esa cuestión sexo/género de creer que porque alguien tiene una vagina automáticamente es mujer o quien tiene un pene automáticamente es varón. El travestismo rompe con eso y es la prueba más maravillosa que rompe con esto de la dualidad varón/mujer. Nosotros somos personas que podemos tener una genitalidad pero podemos también construirnos en otra identidad sexual.

- Ni femenino ni masculino…

- Ninguno de los dos. Yo me construyo en el universo de lo femenino, pero no soy mujer, tengo diferencias marcadas con las mujeres. Pero tampoco, por tener genitalidad que pertenecería a los varones, soy varón. Lo que el travestismo ocupa es un lugar propio.

- ¿Entonces, no necesariamente deberían operarse para parecerse a una mujer?

- Primero: no se puede generar un estándar de travesti porque yo no podría decir que soy modelo de las travestis, ni nadie se puede arrogar esa presuntuosidad. Segundo, son derechos personalísimos y cada uno vive el travestismo como lo quiere vivir y si alguien cree que una cuestión cosmética es lo que completa esa identidad está todo bien. También somos muchas las que no: la verdad es que a mí no me gusta pintarme, pero hay chicas que están pintadas como portones. Pero ni ellas son más travestis ni yo menos. Lo que nosotras remarcamos es que no sea una obligación, un mandato patriarcal; que sea porque lo siente, no porque crea que si no se opera o no se pinta no está legitimada su identidad.





UN DNI QUE LAS REPRESENTE

- ¿Cuál es la importancia de la ley de identidad de género?

- Es fundamental porque por primera vez se nos va a reconocer como ciudadanos y ciudadanas de este país, nos va a poner en una situación de igualdad con todo el resto. Primero, reconociendo la igualdad, es decir, que nosotras podamos desarrollar nuestra vida cotidiana como profesionales, artistas, políticas siendo quienes somos y no quedar sujetas a la burla, al menosprecio de otros. Nosotras vamos a poder tener un documento que va a ser el punto de partida a la construcción de ciudadanía travesti-transexual. Entonces, nosotras vamos a poder, con el documento, decir ‘esto es lo que nosotras somos’ y poder gestionar nuestras vidas en todos los sentidos como ciudadanas, que nadie sienta que nos pueden negar un derecho porque el documento no corresponde con tu identidad de género, con tu apariencia. Esto es lo que la gente no logra dimensionar.

Lo que muchos no ven es que nuestras vidas son cotidianamente controladas, con hechos. Por ejemplo, para ir a la escuela un niño/niña, adolescente o adulto anotarse en una escuela y cursar termina siendo como una gran epopeya, como grandes cruzadas. Y en el siglo XXI con la tecnologización, el avance que hay en todo sentido realmente es una cuestión retrógrada que no tiene razón de ser. Ir a un hospital, es otro ejemplo de cómo nos cuesta todo. La salud, la educación son derechos garantizados en nuestra constitución y a nosotras no se nos garantiza ese acceso.

- ¿Cuál diría que es la realidad travesti? ¿Por ejemplo, cuál es el promedio de vida?

- El promedio de vida es bastante triste: cuando la media nacional está mucho más alta (supera los 70 años) la edad de mortandad de las travestis no supera los 30 años y las causas de muerte son absolutamente evitables. Los tres causales son VIH/sida, la muerte indiscriminada y violenta por cualquier razón (la discriminación muchas veces toma la forma de violencia física) y el uso discreción de las cirugías, realizadas en situaciones irregulares.

- ¿Cuáles son los problemas laborales que las afectan?

- La sociedad genera un pánico general sobre nuestra sexualidad y nuestras identidades: en el imaginario colectivo somos agresivas, ladronas, sidosas, escandalosas, exhibicionistas. Toda una batería de cuestiones negativas que están sobre nosotras. Entonces, ¿qué pasa con nosotras? La sociedad, perversamente, ha generado un rol de que las personas travas sólo pueden prostituirse. No se piensa en nosotras en términos de políticas públicas, si no en términos de zonas rojas, sin que nosotras seamos las que las pidamos. Nunca ví una manifestación de travestis pidiendo una zona roja, por ej; sí seguimos yendo a reclamar políticas públicas. Entonces, se ha generado esa historia: que nosotras sólo servimos para la prostitución y no nos ven como fuerzas productoras de trabajo, no nos ven con capacidades para hacer cualquier cosa.

- ¿Qué pasa cuando una compañera va a pedir trabajo?

- No se lo dan. Simple y sencillamente lo que empieza a operar ahí son los prejuicios sobre la persona. No importa lo calificada o no que esté para ese trabajo.

- ¿La desocupación es del 100 por ciento?

- Del 100 por ciento. Y eso es llamativo porque si lo medimos en términos de pobreza, no todos los pobres no tienen acceso a un empleo. O si lo pones en términos de comunidades, tampoco hay comunidades enteras excluidas del mercado laboral. En cambio, nosotras si somos mil, las mil estamos desocupadas.

- ¿Cuál es la alternativa? ¿Cómo juega ahí la prostitución?

- Para mí la prostitución es una imposición de los estados, de la sociedad. Nosotras no la asumimos como un trabajo, somos abolicionistas. Por eso creamos esta cooperativa y le exigimos al Estado políticas públicas porque nosotras no queremos zonas rojas, no queremos ser consideradas carne de alto consumo, no tiene nada que ver con nosotras. Nosotras somos mucho más que eso y no aceptamos ni aceptaremos nunca la prostitución como un trabajo. Entonces desde ahí es que empezamos a formar cooperativas, a capacitarnos, a tomar cursos para ingresar al mundo laboral.

LA COOPERATIVA DE TRAVESTIS

- ¿Cómo surge esta cooperativa?

- La cooperativa Nadia Echazú se formó en respuesta a eso que charlábamos. Empezamos a pensar en el autoempleo porque la realidad es que no nos da trabajo. Entonces, somos 60 compañeras que trabajamos en esta cooperativa textil: nos hemos capacitado con la ayuda de distintos ministerios de la nación y hoy todas dejamos la prostitución. Es textil porque la ropa tiene mucho que ver con nosotras. En principio habíamos pensado en algunos cursos de 6 meses, pero hace ya 4 años que estamos y no se fue ninguna. Para reforzar lo que decía, nadie volvió a la calle pese a ganar mucho menos de lo que sacaría ahí. Esto claramente muestra que acá se busca otra cosa, es todo un aprendizaje.

- ¿Qué producen?

- Hacemos sábanas que vendemos a particulares y, también, guardapolvos para el Ministerio de Desarrollo Social, que se los entregan a niños. Por mes hacemos un promedio de 5.000 sábanas y la misma cantidad de guardapolvos. Además, este mes, por ejemplo, hicimos un extra de 20.000 pañuelos y banderines. También hacemos remeras cuando nos piden.

- ¿Qué repercusión tuvo esta cooperativa en la comunidad?

- Es de resaltar eso porque fue tan positiva que se han formado otras cooperativas. Ya somos cuatro. Las compañeras empezaron a pensar que se puede acceder a un empleo, que nosotras podemos capacitarnos, empezar a perder el miedo y buscar dentro de nosotras mismas las potencialidades que tenemos. Hay textiles y también de catering.

- ¿Contratarían a alguien que no sea travesti?

- No, porque perdería el objetivo del proyecto. El objetico es crear una cooperativa para travestis, la población más vulnerable es esa, las beneficiarias tienen que ser ellas.

- La situación ideal sería que no se necesiten lugares de trabajo para hombres, para mujeres, para travestis, ¿no?

- Eso me produce confusión, porque a mí me parece que es bueno estar entre pares, uno elige con quien estar. Acá somos todas travas, nos conocemos, hablamos, tenemos códigos en común, la pasamos súper bomba. Lo que sí creo es que tenemos que poder integrar otros espacios, que este no sea nuestro único mundo. Pero yo salgo de acá y ando por mil lugares: con mi familia, mis amigos, amigas, transito otros espacios. No es que estamos en un ghetto. Pero para determinadas cosas estar con gente a la que no hay que explicarles determinadas cosas, está bueno, relaja. También nos une mucho la ideología y la forma de pensar.

POLITICA Y TRAVESTISMO

- ¿Se imagina el día en que haya una diputada travesti, por ejemplo? ¿Cuán lejos está?

- Yo quiero ser Presidenta de la Nación. ¡Mi autoestima ha crecido tanto! No sólo sería lograr la presidencia sino que cuando se me tenga que imputar algo, se me evalúe por mi capacidad de gestión y no por mi condición de travesti. Esos cimientos en esta sociedad todavía están muy arraigados. Hemos avanzado mucho, pero no lo suficiente.

Primero tiene que salir la ley de identidad de género. Pero luego hay otras cosas: por ejemplo, por qué los diputados no tienen secretarias travestis? Yo soy asesora de la Diputada Diana Maffía, de la legislatura de la Ciudad, y veo que en ese mundo no hay otras travestis. Entonces, cuando nosotras seamos maestras, meseras, enfermeras, compañeras afectivas de alguien, diputadas, actrices ahí vamos a decir que habremos cambiado como sociedad.

Por eso, cuando la ley de identidad de género a mí me conceda el documento no va a ser sólo un beneficio para mí sino para toda la sociedad. Niños, niñas, adultos, jóvenes van a sentir que se puede dialogar con otra sexualidad, que hay otras maneras de ser en el mundo y que nadie las debe violentar. Cualquiera va a poder vivir su sexualidad, su vida, sus libertades, su forma de ser en el mundo.

- Un hermoso perfil de Lohana Berkins, en Las 12 (Suplemento Página 12)

Violencia doméstica: el 54% son casos de "alto riesgo"

Según datos de la Oficina de Violencia Doméstica (OVD), dependencia creada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en septiembre de 2008, en el 54% de los casos denunciados se observa un nivel de riesgo “alto” o “altísimo”.

Los datos surgen de un relevamiento realizado durante julio de este año, períodos en el que ingresaron 593 casos.

Al ser consultados los profesionales de los equipos interdisciplinarios de la OVD, señalaron que la valoración del riesgo se sustenta en la cantidad y el tipo de indicadores de riesgo que reúne la situación, sumado al tiempo de exposición de la víctima a dichos indicadores.

Se consideran situaciones de alto riesgo las de inminente peligro para la integridad psicofísica de las personas.

En ese sentido, las situaciones de medio y bajo riesgo reunirán sólo algunos de estos indicadores, sin que signifique un riesgo inminente, ya sea por la frecuencia, la intensidad o los recursos propios con los que cuenta la afectada para evitar un nuevo episodio de violencia.

“La agresión sexual es un arma como cualquier otra”

¿Hay un mensaje cifrado en los asesinatos de las dos turistas francesas en Salta? ¿Puede haber otra lectura de la violencia que sufrieron sus cuerpos en un paraje turístico poco habituado a tanta saña? La antropóloga, docente e investigadora Rita Laura Segato, reconocida por su conceptualización y análisis del fenómeno del femicidio en América latina, ofrece su mirada, inquietante. Para Segato, el doble homicidio tiene olor a crimen con móvil político. En una extensa entrevista con Página/12 fundamenta su punto de vista. “Es a través de la agresión a la mujer que se agrede a un antagonista”, dice la antropóloga. En su hipótesis, el doble crimen habría apuntado a perjudicar al gobierno de Salta, encargado de velar por la seguridad de las turistas.

Segato responde desde Foz de Iguazú, donde es investigadora visitante en la Universidad de la Integración Latinoamericana-Unila. Los asesinatos de mujeres por el hecho de ser mujeres son uno de sus temas de estudio. Para comprender sus huellas hay que leer a Segato. Esta argentina que reside desde hace varios años en Brasil –y cada tanto viaja al país– es autora de Las Estructuras Elementales de la Violencia, La Nación y sus Otros (Prometeo, 2003 y 2007) y La Escritura en el Cuerpo de las Mujeres Asesinadas en Ciudad Juárez (Editora de la Universidad del Claustro de Sor Juana, México, 2006). También es profesora de la Cátedra Unesco de Bioética de la Universidad de Brasilia.

Estaba Segato camino al aeropuerto de Salta, cuando conoció la noticia de los asesinatos de las jóvenes Houria Moumni y Cassandre Bouvier. Desde entonces, el caso concentra sus pensamientos.

–¿Cree que son dos femicidios más o piensa que tienen características particulares?

–Tienen un carácter inusual por varios motivos: ante todo, la agresión concluida con ejecuciones perpetradas fríamente con un tiro en la cabeza y otro por la espalda con el arma apoyada en el cuerpo no me parecen formas de matar frecuentemente asociadas a la violencia sexual. En segundo lugar, la zona en que el crimen sucedió es habitada por gente simple, trabajadora, y ciertamente no un escenario habitual de actos de violencia. Este crimen impar y de localización impar fue perpetrado en medio del fragor de la contienda electoral, en una escena marcada por el odio y la de-sesperación de aquellos que se ven progresivamente desplazados del control de las posiciones de poder en el país. O, dicho de otra forma, en medio de una guerra sorda por el control de esas posiciones de autoridad y poder.

–¿Qué le hizo pensar en la hipótesis de un crimen con móvil político?

–Todos los entrevistados por la prensa, vecinos de las inmediaciones del crimen y de los detenidos, insisten en que hay que mirar hacia afuera del pueblo de San Lorenzo para encontrar a los responsables; reiteran la afirmación de que se trata de crímenes de “gente de poder”, que “tienen que ver con la política”, y sugieren que la policía puede estar “plantando pruebas”. A la gente hay que escucharla. Especialmente cuando lo que dice es recurrente y refleja un gran acuerdo de puntos de vista. Infelizmente, una vez más, la caricatura de la “civilización” contra la “barbarie” es revivida, la mirada inculpadora es eurocéntrica, y se busca imputar a la gente no blanca y pobre. Los medios revelan indicios de que el principal detenido, Gustavo Lasi, ha sido golpeado y apremiado ilegalmente, lo que ciertamente retira legitimidad y credibilidad a sus declaraciones ante el juez. Nuevas dudas surgen frente a la sorprendente presteza de los medios en divulgar lo que aparece como una confesión de mediana culpabilidad: habría cometido una sola de las violaciones, sin otras formas de violencia, y acusado a los otros dos sospechosos de las otras agresiones. Cabe siempre la duda: ¿habrá esto resultado de alguna negociación para acelerar la resolución del caso? Además de los golpes, ¿habrá sido ofrecido algún beneficio para obtener esta media confesión y el bien acogido testimonio que perjudica a los otros detenidos?

–¿Qué otros aspectos del caso le despiertan dudas?

–En los primeros días, se había revelado que en el libro de entrada a la visita del paseo donde ocurrió el crimen se consignaba, para esa misma tarde, el ingreso de cuatro hombres. Los datos de las víctimas son más precisos, como, por ejemplo, su hotel, pero del grupo de hombres sólo se dice apenas “de Córdoba”, “por la tonada”, pero no figuran sus nombres ni lugar de hospedaje. Y no hay trazo en el libro ni de la salida de las jóvenes ni del grupo de hombres. Muchos de los crímenes de género de la actualidad ocurren en situaciones de contienda entre facciones. Esta es una estructura recurrente que creo reconocer aquí, como variante de otras situaciones que he analizado. Esto a mí se me ocurre por lo menos extraño en la apacible y turística localidad de San Lorenzo, a manos de personas que conviven habitualmente con el turismo y, especialmente, como en el caso del principal sospechoso, que trabajan en el ramo y tratan profesionalmente con legiones de mujeres jóvenes europeas que viajan no siempre acompañadas por hombres. Entonces, la pregunta que no quiere callar es: ¿por qué ocurrió precisamente en vísperas de una elección?

–Además de la confesión del propio Lasi, estudios de ADN confirman que violó a una de las chicas.

–Los resultados hasta el momento no me parecen convincentes, incluyendo la propia prueba del ADN. Es importantísimo y obligatorio mantener una rígida vigilancia y verificación no solamente de los procesos de análisis de las evidencias, sino sobre todo, y más todavía, de los procedimientos de hallazgo y colecta de las supuestas pruebas, incluyendo aquí la muestra de material genético. Me preocupa el hecho de que la policía necesite “resolver el caso” por cualquier medio y rápidamente porque hay presiones de todo tipo para que eso suceda. Una investigación así nunca será confiable.

–¿Cree que pudo haber instigadores?

–Sí, creo que hubo instigadores. Creo que hay responsables que han salido de escena y que no están ni siquiera siendo buscados.

–¿Cómo asocia estos crímenes a su modelo de entender la violencia de género?

–Este caso evoca otros asesinatos de mujeres que son percibidos como raros, excesivos en el uso de la violencia letal, planeados para matar desde el comienzo, y en los que la agresión sexual es solamente un medio y una de las formas de la acción dañina. Este crimen con características raras cierra con mi hipótesis teórico-policial de siempre, que se puede resumir así: es a través de la agresión a la mujer que se agrede a un antagonista. Es en el cuerpo femenino violado y ejecutado que en las guerras contemporáneas se reduce al enemigo, se lo desprestigia y desmoraliza. Ese antagonista es quien tiene a su cargo, o debería tener, el papel de tutor, protector o responsable por la víctima, papel que, como la agresión prueba, no consigue cumplir, quedando por lo tanto deshonrado en su papel de autoridad viril. En este caso, es evidente que el responsable por la custodia y seguridad del turismo es el gobierno de Salta.

–Suponiendo que pudo ser un doble crimen de móvil político, ¿por qué estima que se eligieron mujeres? ¿Hubiera sido igual que fueran turistas varones?

–El abuso y la agresión sexual y física a las mujeres es más eficiente como forma de operar el desprestigio moral de quien se encuentra en la posición de garante por la custodia de sus cuerpos. Es un lenguaje. Un lenguaje que emana de una estructura como es la de género, una relación entre posiciones que origina una lengua bastante estructurada y, en verdad, previsible.

–¿Encuentra similitud con otros casos de Argentina?

–Una de las razones por las que es tan difícil disminuir la impunidad cuando se trata de crímenes con móvil de género es que su unidad de fondo, proveniente del carácter violentogénico general del patriarcado como primera y última pedagogía de poder, nos ciega para entender las variedades de los mismos. En la torpeza de la razón no percibimos la cantidad de diferencias en que la virulencia del género se manifiesta. Tendemos, entonces, a privatizar todos los crímenes de género, es decir, verlos como si emanasen siempre de la esfera de la intimidad, de los deseos íntimos y perversos de los sujetos, y eso nos impide ver algo muy importante: que la agresión sexual es un arma como cualquier otra, que irrumpe hoy en la esfera pública para hacer sus víctimas como nunca antes, llevando un mensaje que nada tiene a ver con lo privado ni con el reino de la intimidad.

–¿Hay puntos de encuentro con los crímenes de mujeres en Ciudad Juárez, en México?

–Lo que me instigó a responder esta entrevista y detonó mi malestar con relación al enfoque del caso por parte de las autoridades y los medios fue, en primer lugar, la impresionante semejanza entre la reacción de la gente en San Lorenzo y la reacción de la gente común en Ciudad Juárez. Hablan de lo mismo, dicen lo mismo: “Miren al poder y encontrarán a los responsables”. El discurso es idéntico. Y al discurso del pueblo hay que darle oídos y hay que respetarlo.

jueves, 18 de agosto de 2011

IDENTIDAD DE GENERO

En un plenario de comisiones se tratarán los proyectos que permiten a los transexuales reafirmar en los registros públicos el sexo que deseen reasignarse

Las comisiones de Legislación General y de Justicia, en una reunión conjunta, tratarán este jueves varios proyectos que permitirían rectificar datos personales en los registros públicos a quienes entiendan que no coinciden con su género de origen.

Para ello, además de los legisladores, se presentarán diferentes especialistas para que brinden su opinión.

Hay cuatro proyectos de ley denominados de "identidad de género", firmados tanto por diputados del oficialismo como de la oposición -e impulsados por diferentes organizaciones nacionales- que avalarían el cambio de nombre y sexo a través de trámites menos complejos que los actuales.

Algunos, además, incluyen la gratuidad de cirugías de reasignación de sexo y/o terapias hormonales mediante el Plan Médico Obligatorio (PMO).

Actualmente, se necesita de la aprobación de la Justicia para poder cambiarse el nombre del DNI y para someterse a una operación de reasignación sexual (ya sea una faloplastia o una vaginoplastia).

Los impulsores de las leyes aseguran que estos procesos judiciales son largos, costosos, desgastantes e invasivos, y suponen pericias médicas, psiquiátricas y psicológicas.

Violencia doméstica: en dos años las denuncias crecieron 33%

Son datos de la Oficina de Violencia Doméstica. En julio último ingresaron 593 casos, mientras que durante el mismo mes de 2009 se registraron 444

La Oficina de Violencia Doméstica (OVD), que depende de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, informó que las denuncias vinculadas con aquella problemática crecieron 33% en dos años.

Así, el informe elaborado por el mencionado organismo reveló que en julio de 2011 se registraron 593 casos, mientras que durante el mismo mes de 2009 la cifra fue de 444.

Asimismo, el documento indicó que en el 84% de los casos la relación de pareja (parejas, ex parejas, concubinos, cónyuges y novios) es la predominante entre las personas afectadas y las denunciadas.

En tanto, se informó que el 77% de las personas afectadas son mujeres y el 84% de los denunciados son hombres.

La OVD está ubicada en Lavalle 1250, en la Ciudad de Buenos Aires y atiende todo el año durante las 24 horas.

Seguridad para todos ¿y todas? VIOLENCIA DE GENERO

Alejandra tiene 40 años, vive en la ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires, en Argentina. Vivió casi 20 años con el que fue su esposo. Muchas veces, le pegó casi hasta la muerte, humilló y maltrató delante de los hijos de ambos. A fi nes del 2009, después de una golpiza más, decidió dejarlo. Lo volvió a ver sólo una vez, de lejos. El tiene una orden de alejamiento que cumple a excepción de la escuela, donde sistemáticamente espera que el hijo salga para llevárselo sin permiso. Aún así, Alejandra tiene miedo de que la busque y la mate. En la justicia se está tramitando una causa por lesiones graves, por la que él podría recibir tres años de prisión. 'Cuando salga no va a parar hasta que me encuentre.'

Se calcula que la mitad de las mujeres de América Latina son víctimas de algún tipo de violencia de género y que al menos la mitad de las mujeres asesinadas en el mundo lo fueron por razones de género. Según la Campaña Únete contra la Violencia hacia las Mujeres, del Secretario General de las Naciones Unidas, una de cada tres mujeres en el mundo fue o será víctima de violencia de género en algún momento de su vida y en América Latina el panorama es tan grave como para hablar de pandemia.

Se trata de un padecimiento arraigado en conductas culturales patriarcales que menosprecian a las mujeres, considerándolas propiedad de los varones y que limita seriamente las posibilidades de desarrollo de los países del continente.

Rebeca Grysnpan, ex directora regional para América Latina y el Caribe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), decía durante el lanzamiento regional de la Campaña Únete para combatir la violencia de género del 2009: 'La violencia de género presente en nuestras sociedades interpela nuestro modelo de desarrollo y de democracia, la sentencia es categórica. No habrá desarrollo humano si no erradicamos esta herida abierta contra la dignidad humana y los valores básicos de la sociedad como es la violencia contra la mujer.

No habrá desarrollo humano si madres, hijas, hermanas, mujeres y niñas viven en el temor y sin libertad'.

La violencia de género es ejercida por los hombres sobre las mujeres en diversos ámbitos sociales: la casa, la calle, la escuela, el trabajo, y la lista podría seguir. Esta condición de inseguridad permanente es denunciada desde hace años por el movimiento de mujeres, reclamando a los Estados que reconozcan la violencia específica de género y actúen al respeto. Si bien el panorama hoy no es tan árido como hace treinta años, aún queda mucho por hacer para que las mujeres puedan sentirse tranquilas dentro de sus hogares y cuando atraviesan el umbral del mismo.

viernes, 12 de agosto de 2011

VACACIONES EN EL INFIERNO

Entre 100 y 140 millones de mujeres africanas han sido víctimas de la mutilación genital a lo largo de la historia y actualmente, cada año, unos tres millones de niñas en Africa corren riesgo de sufrirla. No todo queda del otro lado del planeta. Las corrientes inmigratorias a países del primer mundo han trasladado esta práctica y las víctimas son niñas educadas ahora bajo una lógica occidental. Un documental producido por la televisión inglesa da cuenta de qué está pasando en el Reino Unido y abre el debate de los límites a la hora del respeto por cada cultura.

Por Josefina Salomon

Las imágenes son escalofriantes, dolorosas. Cuesta mantener los ojos abiertos mirando aquello y entender el porqué de lo que pasa. En la pantalla, una niña grita de dolor. Otras dos mujeres la sostienen en el piso e intentan mantenerla firme aunque apenas puedan. Una de ellas es la madre. La otra, probablemente una tía o abuela. Otra niña, tal vez la hermana de quien grita, mira la escena desde la esquina de la habitación con cara de espanto.

“¡Mamá!!”, grita la niña desde el piso, acostada sobre una manta. “Me duele”, dice.
“¡Cortalo, cortalo!”, se escucha que grita otra voz.

La jovencita que se escucha desde el piso con sus piernas abiertas no está enferma, ni se prepara para parir. Es una víctima de una práctica que algunos se atreven a llamar “cultural”, pero que según la Organización Mundial de la Salud es simplemente tortura: la ablación o mutilación genital femenina. Las imágenes son parte de un documental publicado por el periódico inglés The Guardian como parte de una investigación sobre el escándalo de la mutilación genital femenina en el Reino Unido. Según datos recolectados por el matutino, cientos de niñas británicas de familias provenientes de países donde la ablación es tan común que casi no se denuncia, son llevadas de “vacaciones” a aquellos lugares para ser sometidas al procedimiento. La organización de derechos humanos Forward, por su parte, asegura que a nivel mundial, el problema es tan grave que entre 100 y 140 millones de mujeres africanas han sido víctimas de este tipo de abuso y que cada año, tres millones de niñas en Africa corren riesgo de sufrirlo.
TORTURA CULTURAL

La ablación es la práctica a través de la cual se cortan parcial o completamente los órganos genitales femeninos externos a niñas de entre cuatro y 14 años. Según datos de Forward, se lleva a cabo en aproximadamente 28 países, principalmente en Africa, pero también en Asia y Medio Oriente, aunque según los expertos hay un número creciente de países europeos donde se está registrando este tipo de abusos dentro de comunidades de inmigrantes.

En Egipto, Etiopía, Somalia y Sudán, por ejemplo, tanto como el 98 por ciento de las mujeres son circuncidadas, aunque los expertos aseguran que la prevalencia debe evaluarse dentro de grupos étnicos más que de países.

Los expertos advierten que muchas prominentes figuras religiosas se han expresado en contra de esta forma de tortura pero que ni eso ni las leyes que lo prohíben logran detener a quienes creen que es lo mejor para las niñas. Unicef asegura que entre las principales justificaciones de la ablación se encuentra la mitigación del deseo sexual femenino; la higiene, ya que se cree que los genitales femeninos son sucios y antiestéticos; la salud, porque se considera que aumenta la fertilidad y que hace el parto más seguro. La organización humanitaria también advierte que además de ser una grave violación a los derechos humanos, puede acarrear trastornos físicos y psicológicos irreparables.

En la mayoría de los casos, quien lleva a cabo el procedimiento es una mujer mayor, sin conocimiento médico. La anestesia no es común y generalmente se utiliza una cuchillo, tijera o escalpelo para hacer el corte. La lista de posibles consecuencias es casi interminable. Muerte por colapso hemorrágico o por infecciones agudas, obstrucción del tracto urinario, partos difíciles y un incremento del riesgo a sufrir hemorragias durante el parto.
UN SECRETO DEL PRIMER MUNDO

En el Reino Unido, a pesar de estar prohibido por ley y ser un crimen que acarrea penas de hasta 14 años de cárcel para quien lo practique, se cree que la práctica está extendida dentro de ciertos círculos étnicos. Según algunos activistas, el problema es que a pesar de existir una ley, nadie ha sido llevado a la Justicia por estos crímenes y para las niñas es algo difícil de denunciar. El escándalo de la mutilación genital femenina parece ser uno de los secretos mejor guardados en el primer mundo.

Forward estima que 6500 niñas están en riesgo de sufrir ablación cada año.

Según la investigación de The Guardian, quienes sufren mayor riesgo son niñas cuyas familias las llevarán de regreso a sus países durante las vacaciones de verano para ser “cortadas” o las harán participar en reuniones en el Reino Unido en las cuales se trae a mujeres de otras naciones a “cortar” a varias niñas al mismo tiempo.

La idea, se dice, es ahorrar gastos a la hora de pagar tickets de avión y hacer de toda la experiencia algo más comunitario. Las niñas van de vacaciones pensando que irán a conocer o visitar familia y vuelven distintas. Se reincorporan a sus escuelas inglesas, donde nadie hace preguntas, para no ofender, y así vivirán hasta que aquella mutilación comience a manifestarse en la forma de otros problemas físicos o psicológicos.

Una de las mujeres que hablaron con The Guardian es Jamelia. Con 20 años, es una sobreviviente de aquel horror y sabe bien de las consecuencias a largo plazo de aquella práctica medieval. Cuando todo ocurrió Jamelia tenía 12 años y se subió al avión con la ilusión de una vacación en el país de sus padres. Sólo cuando le preguntaron si sabía lo que pasaría ese día, supo que todo iba a cambiar. “No sabía exactamente qué iba a pasar, pero sí que tenía que ver con cortar algo. Me hicieron creer que era parte de nuestra religión”, dijo la joven durante la entrevista. “Recuerdo la ridícula cantidad de dolor, recuerdo la sangre por todos lados, y una empleada que levantó un pedacito de piel que cortaron del suelo.” “Me sentí más vieja”, dijo Jamelia durante la charla con The Guardian, y recordó que dejó de hacer los deportes que tanto disfrutaba porque se sentía desconectada de su propio cuerpo. Otra de las sobrevivientes entrevistadas para el documental dijo que los períodos eran particularmente dolorosos y que sólo años de terapia ayudaron a sobrellevar el sufrimiento y a perdonar a su propia madre que, seguramente, también había sido víctima de aquello.

La policía inglesa asegura que está tomando cartas en el asunto y que a través de un programa dedicado especialmente a luchar contra estos crímenes ha logrado intervenir en decenas de casos en los últimos años. Para ellos, el desafío es cambiar las mentes de comunidades que realmente creen que están haciendo lo mejor para sus hijas. Pero son aquellas nuevas generaciones de mujeres que han sufrido aquello quienes han decidido llevar la bandera de cambio. Como dijo una de las mujeres que dieron su testimonio en el documental: “Fue mi marido quien me dijo, en nuestra luna de miel, ‘no le vamos a hacer esto a ninguna de nuestras hijas’ y eso me hizo dar cuenta de que muchos hombres están en contra de aquellos abusos cuando se les dice que la mujer no va a disfrutar nada nunca má

OLGA AREDEZ La dulce dignidad - LILIANA PEKER

“Lo que hemos hecho en este pueblo es resistir con el derecho humano que tenemos de saber qué ha pasado con nuestros desaparecidos. Yo quiero hacerles una pregunta a los poderosos de esta zona, a los dueños del Ingenio Ledesma que nos contamina el aire que respiramos, los ríos, la tierra. Estamos enfermos. Nuestros pulmones están tapados de carbonilla. Por eso me comprometo a seguir luchando y denunciándolos, porque estos que están matando a la gente tienen que tener un castigo”, dijo Olga Márquez de Arédez en un audio que atesora Liliana Daunes.

Y que no sólo es un recuerdo de una de las Madres de Plaza de Mayo más luchadoras, con los pies en Jujuy, allí donde la injusticia nunca cedió. La voz de Olga es también una voz presente en la realidad que ella supo describir y denunciar y que, el jueves 28 de julio, volvió a verse cuando murieron cuatro personas en medio de un violento desalojo en un predio del Ingenio Ledesma, en Libertador General San Martín. Su voz suena hoy como ayer. Y suena en lo que dicen los que ella defendió y hoy volvieron a sufrir el nombre propio del azúcar, de un azúcar que es amarga como la exclusión. Por eso, en la marcha de repudio se criticó “a las autoridades del Ingenio Ledesma que instaron a la represión de mujeres y niños, como lo hicieron en 1976”.

“Vamos siguiendo las huellas que esa mujer nos dejó, cuando marchaba solita, solita con su valor, cuando marchaba solita, solita con su corazón”, canta Alejandra Rabinovich, una trovadora que es maestra y hermana de una desaparecida. “Olga Arédez, compañera, ay, qué brava militante del amor”, dice la canción que ya es voz y eco en Jujuy.

Olga denunció, primero, el asesinato de personas por el terrorismo de Estado y privado (del Ingenio Ledesma). Después, por la contaminación (del Ingenio Ledesma). Ya no está. Pero su voz se escucha y sus palabras se recuerdan ahora, ahora, más que nunca, que Ledesma vuelve a estar implicada en el asesinato de cuatro personas que buscaban tierra. Olga murió, el 17 de marzo de hace cinco años, por un tumor estimulado por la bagazosis, una enfermedad que ocasiona la quema del bagazo (el desecho de la caña de azúcar) que los Blaquier —dueños de Ledesma— realizan al aire libre.

Pero ahora su nombre se replica en sus cuatro hijos (Olga, Adriana, Ricardo y Luis) y en el del Centro de Acción Popular Olga Márquez de Arédez. Y en todo un pueblo. Que sabe que Olga entendió los derechos humanos como un reclamo de memoria y futuro. “El Ingenio Ledesma avanza en su proyecto de desmontar la selva de yungas para inundarla de cañaverales, a costa de sacrificar el territorio que concentra la biodiversidad más importante de la Argentina”, advirtió. Kike Mosquera, delegado de la Corriente Clasista y Combativa de Jujuy, le dijo a Radio Nacional, el sábado pasado: “Nosotros no tenemos tierra ni para enterrar a nuestros muertos”. Y recordó a Olga: “Ella luchó contra la contaminación que está matando a nuestros chicos y denunció a Ledesma, que hoy sigue matando”.

Ella luchó contra la dictadura de los setenta, la que desapareció a su marido Luis: médico, asesor del Sindicato de Obreros y Empleados del Ingenio Ledesma y ex intendente peronista que, en 1973, obligó a pagar a los Blaquier los impuestos por ganancias. No se lo iban a perdonar. Luis desapareció en la Noche del Apagón junto a 400 trabajadores del Ingenio, el 29 de julio de 1976. Después apareció y volvió a desaparecer —definitivamente— en 1977. Ella nunca calló. Aún cuando su lucha no tenía más ronda que sus propios pies. Que después resonaron como sus pasos.

“Me siento menos sola. Que estos miles de gentes estén aquí, desafiando la omnipresencia del Ingenio, a cara descubierta, es un signo de que algunas cosas están cambiando”, le dijo a Eduardo Aliverti, cuando se proyectó, en su pueblo, la película Sol de noche, que relataba su historia, la de la lucha contra el Ingenio Ledesma. “Y la de su caminata, sola, por la plaza del pequeño pueblo de Libertador, en Jujuy, con su pañuelo blanco, sin nadie que la acompañe, le arrime un vaso o una pregunta —la relató Daunes—. Sola donde el azúcar fue negocio y muerte, donde el azúcar dejó de endulzar los bolsillos y se volvió hambre y desnutrición, donde el azúcar nunca fue dulce para los que tenían que cortar la caña, que es dura, dura, dura... cuando la zafra se hace hilera de gente y machete.”

jueves, 11 de agosto de 2011

Prostitución: ¿forma de violencia contra las mujeres o trabajo? Por Ana Lía Glas

La cuestión acerca de si la prostitución es una forma de violencia hacia las mujeres o un trabajo aún no ha sido saldada y tal vez no pueda serlo. Como en otros tantos temas, en momentos de aceptación cada vez mayor de las diversidades, no hay un discurso único que pueda considerarse revelador de 'la verdad'. Todavía la discusión sigue vigente.

Las actoras:'las mujeres en prostitución' y las 'trabajadoras sexuales' se identifican a sí mismas desde lugares distintos. Desde diversos sectores del feminismo, el movimiento de mujeres, la Academia, los Organismos Internacionales, las mujeres políticas, se sostienen ambas posiciones de manera irreconciliable. ¿Cómo es que las mismas personas, las mismas organizaciones que defienden el derecho a la diversidad, a la definición de la propia identidad pretenden imponer el discurso único en este tema?

La Argentina adoptó el sistema abolicionista que pretende poner fin a la prostitución. En 1949 la corriente abolicionista se plasma jurídicamente en la Convención contra la Trata de Personas y la Explotación de la Prostitución Ajena.
Sostiene que debe penalizarse a proxenetas, rufianes, y a quienes lucran con la prostitución ajena, pero no a quienes la ejercen. Prohíbe la existencia de prostíbulos.

Pero en la práctica no se cumple. Los prostíbulos y sus variantes: whiskerías, cabarets, casas de masajes, son una realidad amparada por la connivencia policial, judicial y política.

Desde la Coalición Against Trafficking Women (CATW) se plantea que no debe hacerse diferencia entre prostitución y trata, como si toda mujer en prostitución estuviera de alguna manera secuestrada.

Algunas abolicionistas toman el ejemplo de Suecia que desde 1999 penaliza al cliente de prostitución o prostituyente con multas y hasta cárcel, como un sistema para implementar en nuestro país.

AMMAR Capital sostiene la postura abolicionista. Consideran que la prostitución es una forma de violencia contra las mujeres.

Por otro lado la corriente reglamentarista legaliza a los proxenetas, la instalación de prostíbulos, somete a quienes la ejercen a controles sanitarios y administrativos y legitima a los clientes-prostituyentes. Hace una clara distinción entre prostitución y trata. Está en vigencia en Holanda y en Alemania.

En nuestro país la Asociación de Mujeres Meretrices Argentinas AMMAR, sindicato de trabajadoras sexuales, sostiene que la prostitución es un trabajo elegido libremente, aunque no lo fomenten, pero sí lo consideran una salida a situaciones de pobreza.

Adhiero a los planteos abolicionistas. Considero la prostitución como una violación a los derechos humanos de las mujeres porque es violencia, subordinación y opresión. Implica la mercantilización del cuerpo y de la subjetividad de las mujeres en la sociedad capitalista y patriarcal en que vivimos.

Sin embargo, en esta modernidad líquida en la que estamos viviendo no sólo el cuerpo de las mujeres está mercantilizado.

Zygmunt Bauman nos habla de los blogs en Internet:'de la descarada sinceridad y franqueza con la que se exhibían en público las experiencias más privadas y las aventuras más íntimas, sinceridad que, traducida en términos contundentes, podríamos hablar de intenso fervor y de evidente desinhibición a la hora de ponerse uno mismo (o, cuanto menos, ciertas partes o aspectos de la propia persona) a la venta en el mercado'*

En esta sociedad de consumidores se ha confundido la libertad personal con la adquisición de las ofertas del mercado. Y esto afecta a todas y todos. Aunque seguramente afecte menos a aquellxs que han quedado fuera del mercado lxs excluidos, aquellxs a lxs que sólo les queda la prostitución para sobrevivir.
Pero entonces ¿sólo la subjetividad de las mujeres pobres está mercantilizada?

Las mujeres que teorizamos, asistimos a Congresos, legislamos, damos clases en las Universidades, no estamos en situación de prostitución.
Pienso que más allá de la posición a la que adhiramos, debemos crear las condiciones para que todas las protagonistas puedan hablar.

No somos las que 'sabemos' por ellas. La idea de ser agentes de la 'conciencia 'y del discurso nos ponen en el lugar del poder. Debemos luchar contra las formas de poder que se manifiestan en el orden del 'saber', de la 'verdad', de la 'conciencia'.

Las personas concernidas deben poder hablar por su cuenta. Las que acuerden con nosotras y las que no.

Por estar convencidas de que la prostitución es una forma de violencia contra las mujeres no podemos violentar a las que piensan distinto imponiéndoles un discurso único que no admita la diversidad..

Se deben implementar políticas públicas, sobre todo políticas de empleo genuino, de vivienda, para aquellas mujeres que quieran dejar la prostitución.

Y con respecto a los clientes –prostituyentes, no comparto la creación de nuevas figuras penales, el poder punitivo para resolver problemáticas sociales y culturales, más gente en las cárceles.

Sí podrían encararse campañas dirigidas tanto a los adolescentes como a los adultos, incluir el tema dentro de la Educación Sexual en las escuelas, desalentando el consumo de prostitución con los argumentos de que se puede estar violentando a una mujer en situación de trata o de explotación sexual que no puede elegir y que por otra parte las relaciones sexuales no mercantiles, deseadas por ambos, donde intervengan la ternura, el compañerismo y otros sentimientos pueden ser mucho más placenteras. Que el consumo de prostitución es una forma devaluada y degradada del ejercicio de la sexualidad.

Políticas públicas para dejar la calle

El Municipio de Santa Rosa (La Pampa) realiza desde el año 2008 una política activa en materia de trata de personas y prostitución que incluye un programa de prevención y asistencia que preve, entre otros aspectos: un subsidio económico, el acceso a un empleo digno a través del compromiso del sector privado, y la colaboración en el desarrollo de microemprendimientos.

El programa llevado adelante por la Subdirección de Políticas de Género se llama Programa para la Prevención, Atención, Asistencia y Promoción de Oportunidades para el Desarrollo de Víctimas de Trata de Personas por Explotación Sexual y Prostitución. Tiene seis áreas de trabajo que van desde la asistencia psicológica y legal hasta las campañas de comunicación, e incluye la reinserción social y económica a través de tres líneas de trabajo: un fondo de emergencia económico, el acceso a un empleo digno y el acceso al empleo autogestivo a través de microemprendimientos.

El fondo de emergencia económico se entrega al menos por seis meses, previa evaluación del estado de salud física y psíquica de la víctima, y durante el mismo se espera que la persona complete sus estudios o se capacite en algún oficio. El acceso a un empleo digno se gestiona a través de la Oficina de Empleo del Ministerio de Trabajo de Nación, que funciona en la órbita del municipio de Santa Rosa, apelando a la responsabilidad social y buena voluntad del sector privado. Por último, el acceso a un empleo de autogestión a través de microemprendimientos se canaliza a través del área responsable de este tema dentro del municipio.

El programa forma parte de una activa política en la prevención y abordaje de la trata de personas que lleva adelante el municipio de Santa Rosa desde el año 2008 y que incluye, entre otras cosas, la decisión unánime tomada por Concejo Deliberante de la ciudad en el año 2009 de prohibir las whiskerías y cabarets en los que se ejercía la prostitución. Si bien estos locales están prohibidos en Argentina desde 1937 por el artículo 15 de la Ley 12331 de Profiláxis, que señala que 'queda prohibido en toda la República el establecimiento de casas o locales
donde se ejerza la prostitución, o se incite a ella', en muchas localidades del país se hicieron normativas posteriores aprobándolos. Esta era la situación de ilegalidad también en Santa Rosa hasta la ordenanza del 2009.

PROSTITUCION - UN DEBATE

Esta semana comenzó a tratarse en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires un proyecto presentado en junio por la diputada Diana Maffia para concretar un 'Plan marco de políticas para la promoción de los derechos humanos de las personas en situación de prostitución' que conformaría, si se sancionara, una primera política pública sobre el tema en el ámbito local. Según el Ministerio Público Fiscal de CABA, las contravenciones por prostitución pasaron del 11% al 18% entre 2010 y 2011.

El proyecto es resultado de varios encuentros de legisladoras y legisladores de la Comisión de la Mujer, Infancia, Adolescencia y Juventud –presidida por Diana Maffia- con organizaciones que nuclean a mujeres en situación de prostitución y personas travestis y transexuales, en encuentros llamados 'Diálogos intersectoriales sobre prostitución' y en instancias previas. Se trató en total de cuatro encuentros realizados entre 2010 y 2011 en los que participaron, entre otras organizaciones: AMMAR Asociación de Mujeres por los Derechos Humanos; AMMAR Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina-CTA; ATEM 25 de noviembre/ Campaña 'Ni una mujer más victima de las redes de prostitución' y Asociación de Lucha por la Identidad Travesti-Transexual.

El proyecto de Maffia –al que se sumaron 15 legisladoras y legisladores del Frente para la Victoria, la Coalición Cívica, Diálogo por Buenos Aires, Nuevo Encuentro, Proyecto Sur, la Unión Cívica Radical, el Partido Socialista, Encuentro para la Victoria, y MST/Proyecto Sur)- comenzó esta semana a ser tratado por la Comisión de Derechos Humanos de la Legislatura. Propone la creación de un 'Plan marco de políticas para la promoción de los derechos humanos de las personas en situación de prostitución' en el ámbito del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, con el objetivo de 'efectivizar los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales de las personas en situación de prostitución, así como desnaturalizar los estereotipos y prejuicios que pesan sobre ellas'. En junio del 2011 fue ingresado a la Legislatura y esta semana comenzó a ser tratado en la Comisión de Derechos Humanos.

En los fundamentos del proyecto se analiza desde la perspectiva de género las condiciones históricas de desigualdad y discriminación de las mujeres que pueden llevarlas a una situación de prostitución y la particular violencia sufrida por personas transexuales, transgéneros y travestis que tienen su principal fuente de ingresos en la prostitución en el 80% de los casos. Y se enfatiza en la necesidad de modificar el actual rol del Estado en relación al tema: por un lado ausente en política pública y por otra parte presente a través de la represión, aplicando el artículo 81 del Código Contravencional que preve la sanción de quien 'ofrece o demanda en forma ostensible servicios de carácter sexual en los espacios públicos no autorizados o fuera de las condiciones en que fuera autorizada la actividad'. Sobre este punto, en el proyecto se mencionan datos del Ministerio Público Fiscal de CABA que señalan que durante el año 2010 las contravenciones al artículo 81 representaron el 18% del total, muy superiores al 11% del 2008/2009 (años en los que de todas formas esta infracción fue la segunda en cantidad, luego del uso indebido de espacio público).

lunes, 8 de agosto de 2011

DISCRIMINAR DA RATING

La identidad sexual y la violencia de género son las infracciones más frecuentes que se ven en pantalla. El Observatorio de la Discriminación en Radio y Televisión generó un índice que comprobó que las mujeres, los gays y las lesbianas son los más afectados/as por los estereotipos mediáticos. Además, en seis de cada diez programas se infringe la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que contempla la violencia simbólica contra las mujeres.

¿Esa cola tiene novio? ¿Quién va a hablar, el culito o ella?”
(AM, Telefe, 17 de enero de 2011).
“¿Qué te llevó a querer ser
el culo del verano?”
(Viviana Canosa, Canal 9, 18 de enero de 2011).

El minuto a minuto barre a entrevistados que pueden hablar con pausa y hace quedar durante horas una guerra de barro entre gemelas o un ricachón mostrando sus gemelos. El rating manda. Y la tele también. Culpa de las productoras o mea culpa del imán que genera tener la mente en blanco o preocupada por el baile, la pelea o el video prohibido (o violado) de vedettes y mediáticos la tele no es sólo banal –que no estaría mal un tiempo de banalidad– sino discriminatoria.

El rating da muchos puntos. Y, muchas veces, da más puntos cuanto más despectiva, polémica, burlona, exhibicionista, homofóbica y sexista sean las imágenes que se muestren. Pero, a partir de la nueva ley de medios y la creación de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca ex Comfer) ya hay otro ranking y otros parámetros legales. Quien quiere mirar que mire.

Sin duda los gays y lesbianas y las mujeres son los más afectados/as por la cosificación de la pantalla (que ya no es chica sino plana). Las situaciones con más burlas, estigmatizadas o mal tratadas en programas de entretenimiento fueron la identidad sexual y la violencia de género. Después le siguen la xenofobia y el racismo, la discapacidad, la obesidad, la religión y la juventud.

No hace falta que te diga... ¿o sí? Por las dudas recordemos a Jorge Rial dixit:

“Además de maricón te escudás en una mujer. ¡Sos un maricón Fort, sos un maricón! Pero que en el barrio te cagábamos a trompadas, te escondés atrás de una mujer (...) Poné huevo, lo que te cuelga ahí son huevos, vení acá. Vení acá si tenés huevos.” (de Jorge Rial a Ricardo Fort, en Intrusos 10 años, América, el 29 de noviembre de 2010).

Esta evaluación se realizó a partir de septiembre del 2010, con la aplicación efectiva de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (26.522), hasta abril del 2011. Durante el tiempo de monitoreo, el Afsca relevó 706 contenidos de radio y televisión de los cuales el 61 por ciento infringieron la ley por diversas temáticas: el 37 por ciento por su lenguaje, el 29 por ciento por los contenidos violentos, el 15 por ciento por lo que califican “temáticas adultas” (el modo de enfocar la información) que se da mucho en noticieros (no sólo los programas de chimentos pisan el palito) cuando, por ejemplo, preguntan a la mamá de un chico asesinado por situaciones escabrosas que no hacen a la información sino al morbo. Otra situación que es recriminada por las autoridades es el trato a las travestis. La falta no está en que haya travestis en televisión, ni en los horarios que puedan ocupar como protagonistas o entrevistadas, sino en el amarillismo (o cinismo) de las y los entrevistadoras/es que pueden decirles “¿Vos lo haces por atrás?” con la misma naturalidad con que piden una tanda y sin tomar como natural esa opción sexual sino como bichos raros (o bizarros) de la televisión re-formateada en circo.

Otras de las infracciones a los parámetros impuestos por la nueva ley de medios –en el 10 por ciento de los casos– es por temáticas relacionadas con la sexualidad (que podemos traducir en porno soft a cualquier hora del día y del dial o el zapping de control remoto) y un 4 por ciento por discriminación. No hace falta que te diga que el día de San Patricio, en el bajo porteño, es festejado como una fiesta y que, en cambio, una fiesta de la comunidad boliviana –en los dos casos con una corrida de alcohol a la vista– es mostrada como decadente y peligrosa.

En el top ten de los canales que no cumplen con las normas previstas para los contenidos audiovisuales está Canal 2 (América) con un 38 por ciento de las infracciones por actos de discriminación. Le siguen Canal 11 (Telefe) con 27 por ciento de las faltas, Canal 9 con 15 de transgresiones a los códigos de ética de los medios de comunicación, Canal 13 con 8 por ciento de violaciones a la ley de medios y Canal 7 con 4 por ciento de actitudes recriminables. Mientras que, en menor medida, las radios y los canales de televisión por cable representan otro 8 por ciento.

En la guerra por el rating todos quieren subir el tono. Algunos ganan y otros pierden en la cantidad de televidentes. Pero, a partir de la creación de la Afsca, ya no pasa inadvertido cuando se pasan de la raya. Los que peores mensajes emiten son Antes del mediodía (AM-Telefe), Bendita (Canal 9), Showmatch (Canal 13) –que, en realidad zafó bastante porque gran parte del monitoreo se realizó en el verano cuando se encontraba fuera de pantalla– y Resumen de los medios (RSM-Canal 2). También Susana Giménez quedó afuera del punteo por estar en Miami y no al aire con frases tales como “¿Y vos qué le hacías (para que te pegue)? Porque él parecía tan bueno”, durante una entrevista con Victoria Vanucci.

Ante los casos específicos trabaja el Observatorio de la Discriminación en Radio y Televisión que fue el responsable de realizar el monitoreo. Este organismo existe desde el 2006 y está integrado por la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca ex Comfer), el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) y el Consejo Nacional de las Mujeres (CNM).

A partir de septiembre del año pasado cuenta con más herramientas para promover una nueva cultura ya que la innovadora norma especifica que es obligatoria la “protección y salvaguarda de la igualdad entre hombres y mujeres y el tratamiento plural, igualitario y no estereotipado evitando toda discriminación por género u orientación sexual”. Además, la regulación de los medios de comunicación incorpora la figura de “violencia mediática o simbólica”, a través de la aplicación de la Ley de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (26.485) entre las pautas que deben cumplir los programas de radio y televisión.

Una muestra representativa de la violencia de género en los medios fue el tratamiento informativo del concurso Reef, la cola del verano. En este evento, diferentes programas televisivos trataron a la mujer como un objeto sexual, desprovista de su dimensión humana y personal. Esto se hizo evidente “no sólo desde las imágenes a partir de la utilización insistente de primeros planos de los glúteos de las participantes, sino también a partir de construcciones discursivas de los responsables de los programas”. De ahí, la pregunta –inanimada a una parte del cuerpo femenino– como: “¿Esa cola tiene novio?”.

La discriminación está a la vista. Pero hay que tener en cuenta que no se trata de implementar una revolución penalizadora, ya que se están adecuando los mecanismos de sanción y se prioriza el diálogo con los responsables de los medios. Hasta ahora el Observatorio actúa por iniciativa propia, en los casos en que lo considera pertinente, y/o por reclamos o denuncias de organizaciones sociales y/o ciudadanos/as particulares. Analiza los contenidos objetados y concluye si el material observado contiene –o no– un mensaje discriminatorio. Las conclusiones se comunican a las partes involucradas. Una parte del trabajo es el intento de que publicistas, guionistas o productores tomen mayor conciencia de los efectos que generan. O si no la cola la van a hacer para pagar las próximas multas.

Más información: www.obserdiscriminacion.gov.ar

VIOLENCIA DE GENERO

Ser mujer es un riesgo. Ser mujer y amar es definitivamente más riesgoso, teniendo en cuenta que las 260 mujeres, adolescentes y niñas asesinadas el año pasado (según un relevamiento realizado por la ONG Casa del Encuentro), lo fueron en manos de cónyuges, novios, amantes, y otros varones del círculo afectivo de las víctimas.

Como una espada punzante, la violencia de género atraviesa países, edades, orientaciones sexuales, situaciones socioeconómicas, culturas y etnias. Ser mujer y amar es un riesgo, en cualquier lugar del mundo. Y también en la Argentina.

Los últimos días, la ciudad de Bahía Blanca fue testigo de dos situaciones graves de violencia de género. En una esquina muy céntrica una joven fue golpeada brutalmente por su novio y debió ser hospitalizada. Pero el otro hecho tuvo un desenlace fatal: una mujer de 26 años fue estrangulada por su pareja quien luego se suicidó.

Esta joven se suma a los casos de “femicidio” en Bahía Blanca (se registraron cinco en 2010) y en el país. Y aún seguimos sin tener estadísticas oficiales. El lugar marginal que ocupa la temática de la violencia de género en la agenda del Gobierno es, de por sí, una forma de violencia de género. Este flagelo se ha convertido en la primera causa de mortalidad femenina en el mundo. Y en las mujeres sobrevivientes deja secuelas irreversibles. Constituye un problema social y de salud pública que atenta contra el más fundamental de los derechos humanos: el derecho a la vida. Pero también impide el cumplimiento de todos los otros derechos humanos básicos.

Resulta urgente que el Gobierno en los niveles locales, provinciales y nacional monitoree la aplicación de las leyes vigentes, especialmente: la ley 26.485 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres; la ley 26.061 de protección integral de los derechos de niñas/os y adolescentes y la ley 26.150 de creación del programa nacional de educación sexual integral. Los municipios deberían liderar acciones para promover una mejor articulación entre los dispositivos de prevención y atención.

No es infrecuente que los profesionales que trabajan en diferentes servicios de prevención y atención a la violencia de género no cuenten con capacitación específica y se desempeñen en situación de precarización laboral, lo que atenta contra el abordaje adecuado de tan compleja problemática. Para ello, es indispensable la asignación de recursos económicos y técnicos a través del Consejo Nacional de la Mujer.

El Gobierno no podrá establecer políticas adecuadas ni abordarlas si no cuenta con un diagnóstico sobre su magnitud. Argentina tiene la ventaja comparativa (respecto de otros países) de tener un buen marco legal. Resta la decisión política para poder garantizar su cumplimiento. Y esto es urgente. Las mujeres y la sociedad en general no concebimos más muertes por violencia de género.

miércoles, 3 de agosto de 2011

FEMINICIDIO - UN FALLO MAS QUE CUESTIONABLE

No hace falta ser adivino para predecir que un fallo de la Sala III de la Casación bonaerense desatará polémicas. El tribunal resolvió reducir a 15 años la condena a perpetua a un hombre de 70 años que en diciembre de 2004 había matado a su mujer ahorcándola, luego de golpearla a puñetazos y con un objeto contundente, para luego enterrar su cadáver en el jardín. La argumentación del voto mayoritario fue que el vínculo había quedado roto desde hacía una década y la mala relación de pareja actuaban como atenuantes que no habían sido considerados en la sentencia. También por dos votos la Sala III decidió otorgar la detención domiciliaria por tratarse de un mayor de 70 años.

El femicidio ocurrió entre las nueve y las once de la noche del 11 de diciembre de 2004, en el interior de una casa de la calle Defensa, en la localidad de San José, partido de Lomas de Zamora. El hombre, a quien el tribunal denominó como V.V., “le aplicó múltiples golpes de puño y con un objeto contundente a la persona de su cónyuge, A.D.S., ocasionándole diversas fracturas costales y múltiples lesiones. Asimismo lleva a cabo una estrangulación manual, ocasionándole con ello el óbito. Posteriormente ocultó el cuerpo en un lote cercano...”.

El Tribunal Oral Nº 6 de Lomas de Zamora condenó al acusado a cadena perpetua. El caso llegó a la Sala III de Casación bonaerense, integrada por los jueces Daniel Carral, Ricardo Borinsky y Víctor Violini. Carral fue el encargado de desarrollar el primer voto y fue quien revisó los atenuantes que solicitaba la defensa. Rechazó uno de ellos, el que sostenía que debía enmarcarse como preterintencional, es decir, que pretendía golpear a la víctima, pero no provocarle la muerte. “Nótese que, conforme se desprende del veredicto condenatorio, el argumento esencial señalado por el a quo radica en que la mecánica del deceso importó múltiples golpes de puño, varios golpes con un objeto contundente en el rostro, región anterior al cuello, región superior del tórax y finalmente la estrangulación; lo cual a las claras denota que no se trató en la especie de un accidente sino que, palmariamente, el propósito del sujeto activo era ultimar a la damnificada.” Y además, después ocultó el cadáver.

Carral consideró la presencia de “extremos atenuantes de la figura agravada de homicidio”. “Efectivamente, la relación conyugal entre víctima y victimario hacía tiempo que se hallaba finiquitada sin perjuicio de no haberse instrumentado en debida forma los trámites necesarios para obtener una sentencia de divorcio vincular (...)” y por el “hecho de que ambos cónyuges habitaban espacios distantes por un patio y dentro de un mismo predio –de común acuerdo– por más de diez años. A su vez, la decadencia del enlace matrimonial se corrobora a partir del hecho de que el acusado mantuviera otra relación sentimental con una mujer que traía a la vivienda que el mismo habitaba, lo cual fue detallado expresamente por R.V. sin que el causante negara dicha ligazón”.

También consideró como atenuante excepcional que tomó la situación psíquica por la que pasaba V.V., quien declaró que “(...) yo trabajaba veinte horas por día (...). Cuando ella se fue a Italia, le pagué todo. Cuando volvió, estaba enojada. Al tiempo, yo perdí un poco la vista, ella no me cocinaba, nada, siempre la contra (...). Yo le decía que ella no me atendía y por eso busqué alguien con quien entenderme. Ella se cagaba de risa de mí (...)”. Carral consideró que la actitud del imputado “respondió sin dudas a impulsos emocionales relacionados con el turbado enlace familiar existente, el cual incluso presentaba vestigios de una significativa historia patológica vincular”. Al considerar Carral que el vínculo era en los hechos inexistente, dejó de lado el agravante por el vínculo. Y los atenuantes excepcionales que consideró llevaron al juez a votar la reducción de la pena a 15 años, y la detención domiciliaria por la edad.

Violini aprobó el voto, pero estuvo en contra de la detención domiciliaria. Borinsky, en cambio, estuvo de acuerdo con la detención domiciliaria, pero rechazó la atenuación, considerando que el voto de sus colegas se sostenía en considerar comprensible la pérdida de respeto a su cónyuge por las circunstancias que vivía la pareja, y agregó que “si, como dice la hija de ambos, ella mantenía a la víctima a quien su progenitor siempre amenazó con matarla, además de ponerle corriente al lavarropas, chapitas en la cerradura a fin de impedirle el acceso y golpearla hasta con palos, haciéndole perder parcialmente la audición, y la occisión se produjo cuando la madre fue a reclamarle porque le había sacado las rejas protectoras, que según unos vecinos V. llevó hasta la esquina, desde donde fueron subidas a una camioneta, y entonces la mató, es mi parecer que las circunstancias que rodearon el homicidio no son de atenuación”.

martes, 2 de agosto de 2011

El adiós a Florentina


La reconocida luchadora por la igualdad de género y figura del radicalismo falleció ayer. Sus restos serán velados hoy en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso.

Le habría gustado ver la implementación efectiva de la educación sexual integral en las aulas de todo el país y la despenalización del aborto en el Congreso. Casi al borde de los cien años, Florentina Gómez Miranda seguía arengando con su tono de maestra muy maestra –cuando le ofrecían un micrófono para homenajearla– por la necesidad de lograr esos dos objetivos, para ella fundamentales para el avance de los derechos de las mujeres. La ex diputada radical, reconocida luchadora por la igualdad de género, falleció ayer, a los 99 años. Hoy, desde las 8, será velada en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso y luego será trasladada al Cementerio Jardín de Paz, en Pilar.

Fue suyo el primer proyecto sobre despenalización del aborto que se presentó en Diputados a partir de la recuperación democrática. “No tengo problema en que los hombres tengan todos los derechos que quieran, pero compartidos”, afirmó hace poco, en una entrevista televisiva. Por esa paridad en los derechos batalló convencida. A ella se le deben leyes fundamentales, como la ley de patria potestad compartida, la equiparación de los hijos matrimoniales y extramatrimoniales, el divorcio vincular y la pensión para la concubina o concubino. También promovió la ley de cupo junto con otras legisladoras, que fijó un piso de 30 por ciento de mujeres en las listas de diputados y senadores. “Lo más destacado de su personalidad fue su capacidad de seguir aprendiendo adultísima: la porosidad de su subjetividad. Tenía una cabeza gigante. Hay que señalar que los temas del feminismo los incorporó a los 70 años”, comentó a Página/12, apenada por su fallecimiento, Dora Barrancos, historiadora e investigadora del Conicet.

La Comisión de la Mujer, Familia y Minoridad de la Cámara de Diputados se creó a partir de un proyecto de Florentina, que presentó a poco de asumir su banca, con la llegada de Raúl Alfonsín a la Casa Rosada. Tenía 72 años. Tuvo dos mandatos consecutivos. “Para mí hay un solo Alfonsín”, dijo en la misma entrevista, y se refería al ex presidente, claro, cuando le preguntaron sobre la actualidad del radicalismo. Entre los más de 150 proyectos que presentó como diputada, se destacan otros que no llegaron a aprobarse en aquel momento, vinculados con la planificación familiar, el Papanicolaou obligatorio y fertilización humana asistida (este último fue el primero en el Congreso sobre la temática).

Florentina había nacido en Olavarría el 14 de febrero de 1912. Fue la menor de ocho hermanos, “flaca, narigona y negra”, como ella se describía. Su madre y su padre, docentes, le transmitieron el amor por la educación. Se graduó de maestra en la Escuela Nacional de Profesores Mary O’Graham. Ya siendo docente estudió libre la carrera de abogacía en la Universidad Nacional de La Plata, donde se graduó en 1945. “He vivido toda la vida enseñando y aprendiendo”, declaró alguna vez. “No hay otro camino que la educación”, sostenía. “Soy maestra por vocación, abogada por elección y política por pasión. Y de las tres actividades la que más me ha servido en la vida fue la de maestra, aun en mi profesión de abogada”, decía.

Era un poquito testaruda, no se amilanaba con nada. “Los varones del partido sabían lo difícil que era pelearse con ella”, recordó a este diario Mabel Bianco, integrante del Comité Nacional de la UCR, y directora de la Fundación Estudio e Investigación de la Mujer. Siempre se quejaba de que las mesas de discusión del partido estuvieran llenas de hombres. “Todavía los hombres ordenan la política”, se lamentaba. El darse cuenta de que los varones eran los articuladores del verdadero poder fue lo que la llevó a levantar las banderas del feminismo, señaló Barrancos.

A la UCR ingresó desde muy joven. A Hipólito Yrigoyen, contó, lo conoció en persona, cuando su madre la llevó a pedirle un puesto como docente a poco de recibida y le impresionó mucho su personalidad. Los 99 años los celebró en febrero en su casa de Sarandí al 1000, con su lucidez intacta. En la reunión fantaseó con la idea de festejar los 100 en el Luna Park. Ayer se fue Florentina, dirigente histórica del radicalismo, feminista, de convicciones fuertes, una gran legisladora.

lunes, 1 de agosto de 2011

Marcados por la memoria del horror- MARIANA CARBAJAL

El Centro Ulloa, de la Secretaría de DD.HH. de la Nación, brinda asistencia integral a víctimas de abusos de fuerzas de seguridad, gatillo fácil, torturas y tratos crueles en cárceles y comisarías. Organizan un equipo para intervenir en casos de trata.
Se creó para intentar suavizar las huellas profundas en la salud psíquica y física de las víctimas del terrorismo de Estado –y de sus familiares– y acompañarlas en su recorrido como testigos en los juicios contra los represores. Pero el Centro Ulloa, de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, amplió sus incumbencias. Y también brinda asistencia integral a víctimas de violaciones de los derechos humanos perpetradas en democracia: abusos de fuerzas de seguridad, gatillo fácil, torturas y tratos crueles en cárceles y comisarías. Están organizando un equipo, además, que pueda intervenir en casos de trata. La atención no está centralizada en su sede, en la ciudad de Buenos Aires. Para cubrir todo el territorio del país, armaron una red de profesionales, con perspectiva de derechos humanos, de hospitales públicos en las diversas provincias.

“Si creamos este Centro de Asistencia no podemos solo abocarnos a las violaciones de derechos humanos del terrorismo de Estado. Hay muchas marcas en las fuerzas de seguridad, en las estructuras del Estado, de eso que ocurrió. Las marcas son tan profundas que por supuesto se siguen generando violaciones en la actualidad y no podemos dejar por fuera a esas víctimas. La lógica de trabajo es la misma que aplicamos a las víctimas de terrorismo de Estado”, explica a Página/12 Fabiana Rousseaux, directora del Centro Ulloa. También ella tiene sus propias huellas del horror de aquellos años oscuros: su padre está desaparecido.

El Centro de Asistencia a Víctimas de Violaciones de DD.HH. Dr. Fernando Ulloa se creó en octubre de 2010: sus incumbencias se ampliaron en febrero último por decreto de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Funciona desde hace pocos meses en una casona con patio andaluz en el microcentro porteño, Esmeralda 138, en las mismas habitaciones que albergaron al extinto Banco General de Negocios, denunciado por la fuga de 250 millones de dólares, de los hermanos Rohm y en cuyo directorio también tenía participación el ex ministro de la dictadura José Alfredo Martínez de Hoz. El pasado y el presente deambulan y se chocan por los pasillos. Pero la casona respira el espíritu del psicoanalista Fernando Ulloa –a quien homenajea con su nombre–, fallecido hace tres años, a los 84 años, reconocido por su compromiso social y político, y sus aportes conceptuales y prácticos a la lucha por los derechos humanos.

En realidad, el Centro Ulloa es la continuación de otras iniciativas promovidas desde la Secretaría de Derechos Humanos para dar contención, acompañamiento y asistencia en salud mental a víctimas-testigos del terrorismo de Estado. “Pero estamos también empezando a trabajar con médicos. Este no es un tema solo de salud mental: cuando una persona, luego de testimoniar en cualquier causa, desarrolla una enfermedad autoinmune y se muere, como ha pasado, es un tema muy grave”, apunta Rousseaux.

–¿Lo ven como un patrón?

–Sí. Por eso hablamos de la importancia del acompañamiento del testigo: el testimonio en el juicio no es volver a contar sino volver a vivir. Y eso trae consecuencias. Algunas personas, como el papá del Negrito Avellaneda (Floreal tenía 15 años cuando fue secuestrado; su cuerpo mutilado apareció en la costa uruguaya en 1976) no podemos decir que murió después del testimonio. Pero como profesionales podemos decir que hay algo del cuerpo que se desadormece después de que toda su vida fue pensada en función de llegar a ese testimonio, a que se haga justicia. ¿Y luego qué viene? Lo vimos en otros casos, en otras provincias. Hay algo que se descongela en el cuerpo. Muchas de estas personas jamás han podido ir a hacerse estudios básicos, indispensables, como un electrocardiograma o una mujer estudios ginecológicos. Son cuerpos marcados por la memoria del horror. En el Centro escuchamos gente que llega derivada de un juzgado, de una fiscalía, que dice: “Yo tengo esta enfermedad hace muchos años, pero jamás pude ir a un médico”. No se animaron, tal vez, porque viven en pueblos chicos, donde el médico del lugar pudo estar vinculado con represores.

Una de las asesoras del Centro Ulloa es Alicia Stolkiner, titular de la Cátedra de Salud Pública de la Facultad de Psicología de la UBA y profesora de posgrado en el Departamento de Salud Comunitaria de la Universidad Nacional de Lanús. El equipo se integra con profesionales más jóvenes, como la psicóloga Juliana Serritella, coordinadora del Area de Terrorismo de Estado, y Virginia Delgado, psicóloga y psicopedagoga. “Cuando se funda este Centro, se establece un puente entre las violaciones de los derechos humanos durante el terror de Estado y las actuales, que tienen que ver con la actuación, aun en un marco democrático, de las fuerzas de seguridad de manera inadecuada”, puntualiza Stolkiner.

La formación de una red de profesionales en distintos hospitales, que puedan dar respuesta a víctimas de violaciones de derechos humanos, es una prioridad para la Secretaría de Derechos Humanos. “El Programa Consecuencias Actuales del Terrorismo de Estado (CATE) –del cual depende el Ulloa– surge en 2005 con el objeto de volver a instalar el tema de la actualidad del terrorismo de Estado en la salud mental y en la población en general. No se trataba de un hecho del pasado, sino que retornaba sistemáticamente en las consultas y las profesionales daban una respuesta muy curiosa, sobre todo en el interior del país, cuando se acercaba una víctima de terrorismo de Estado tres décadas después a atenderse: ‘Vaya con los de los derechos humanos, esto es un problema de los derechos humanos, nosotros no tenemos nada que ver con el tema’. Dentro de la Secretaría, planteamos la necesidad de que ningún profesional del país, que tenga una matrícula y que sea funcionario público también, pudiera decir que no tenía nada que ver con el problema del terrorismo de Estado, porque la gente, sobre todo en el interior de país, veía acotada su posibilidad de asistencia”, dice Rousseaux.

–¿Qué particularidad puede tener la intervención de profesionales de la salud mental o médicos de la red que han armado?

–Nuestra mirada particular y específica es pensar la representación subjetiva que cada uno tiene respecto de esa violación de derechos. A veces viene gente que uno puede interpretar que no ha sufrido una violación efectiva de derechos humanos en la definición estricta y, sin embargo, hay una interpretación subjetiva. Nos llamaron para intervenir en el primer juicio oral que se va a llevar adelante por el caso de Marita Verón en Tucumán, en el acompañamiento a las víctimas-testigos que van a declarar. Finalmente no nos vamos a ocupar, pero sí pensamos que tenemos que acompañar a víctimas de trata, que es un trabajo casi a la inversa del que hacemos con víctimas de terrorismo de Estado.

–¿Cuál es la diferencia?

–Por la posición subjetiva de las víctimas. Pareciera ser que lo que hay que construir es la condición de sujeto de derecho en ese caso. Nos parece muy importante –como en el caso de la causa de Automotores Orletti, que muchos testigos venían de Uruguay– qué pasa con el post testimonio y cómo nosotros sostenemos y armamos una red de contención luego de que declaren en el juicio, que es el momento más riesgoso y en el que tal vez la Justicia no piensa, porque está enfocada en el testimonio.Actualmente brindan asistencia a unas quinientas personas, víctimas del terrorismo de Estado. Hay una propuesta de hacer un espacio grupal para mujeres que han sufrido violaciones sexuales en los centros clandestinos.

* Para consultas sobre el Centro de Asistencia a Víctimas de Violaciones de Derechos Humanos Dr. Fernando Ulloa, dirigirse a Esmeralda 138, llamar al 11-4328-2463 o escribir a centroulloa@jus.gov.a