martes, 29 de marzo de 2011

MUTILACION GENITAL FEMENINA

La mutilación genital de la mujer, a menudo denominada "circuncisión femenina", incluye todas las prácticas que implican la extirpación total o parcial de los genitales externos femeninos u otras lesiones a los órganos genitales femeninos, ya sea por motivos culturales, religiosos o por cualquier otra razón no terapéutica. Se conocen diferentes tipos de mutilación genital de la mujer que se practican en la actualidad. Incluyen:




Tipo I: escisión del prepucio, con o sin escisión parcial o total del clítoris;

Tipo II: escisión del clítoris con escisión total o parcial de los labios menores;

Tipo III: escisión total o parcial de los genitales externos y sutura/estrechamiento de la apertura vaginal (infibulación);

Tipo IV: pinchazos, perforaciones o incisiones en el clítoris y/o en los labios; estiramiento del clítoris y/o de los labios; cauterización mediante abrasión del clítoris y el tejido circundante;

raspado del tejido que rodea el orificio vaginal (cortes tipo angurya) o cortes de la vagina (cortes tipo gishiri);

introducción de sustancias corrosivas o hierbas en la vagina para causar una hemorragia, para tensarla o para reducir su tamaño; y cualquier otra práctica que se incluya en la anterior definición.

El tipo de mutilación genital de la mujer más común es la escisión del clítoris y los labios menores, que representa hasta un 80% de todos los casos; la forma más severa es la infibulación, que constituye entorno al 15% de todas las prácticas.





Consecuencias de la mutilación genital de la mujer para la salud



Las consecuencias inmediatas o a largo plazo que la mutilación genital de la mujer tiene para la salud varían según el tipo y la severidad de la práctica realizada.



Las complicaciones inmediatas incluyen dolor agudo, conmoción, hemorragia, retención de orina, ulceración de la región genital y lesiones del tejido adyacente. La hemorragia e infección pueden causar la muerte.



Recientemente ha aumentado la preocupación por la posibilidad de que se transmita el virus de inmunodeficiencia adquirida (VIH) debido al empleo de un mismo instrumento en múltiples operaciones pero esta situación no ha sido objeto de una investigación detallada. Las consecuencias a largo plazo incluyen quistes y abscesos, formación de cicatriz queloide, daño de la uretra que ocasiona incontinencia urinaria, dispareunia (relaciones sexuales dolorosas) y disfunción sexual, además de dificultades en el parto.



Salud psicosexual y psicológica: la mutilación genital puede dejar secuelas permanentes en la vida y la mente de la mujer que la ha sufrido. A largo plazo, las mujeres pueden experimentar sentimientos de vacío, ansiedad y depresión.





¿Quién realiza la mutilación genital de la mujer, a personas de qué edad y por qué razones?



En culturas donde es una norma aceptada, la mutilación genital de la mujer es practicada por seguidores de todas las creencias religiosas así como animistas y no creyentes. Normalmente es un médico tradicional quien lleva a cabo la mutilación utilizando instrumentos rudimentarios y sin anestesia. Entre los más acaudalados de la sociedad puede ser realizada por personal sanitario cualificado en unas instalaciones sanitarias. La OMS se opone a la medicalización de todos los tipos de mutilación genital de la mujer.



La edad a la que se realiza la mutilación genital de la mujer varía dependiendo de la zona. Se lleva a cabo en menores de pocos días de edad, niñas y adolescentes y, ocasionalmente, en mujeres maduras.



Las razones que aducen las familias para pedir que se realice la mutilación genital de la mujer incluyen:



razones psicosexuales: reducción o eliminación del tejido sensible de los genitales externos, particularmente el clítoris, para atenuar el deseo sexual en las mujeres, mantener la castidad y virginidad antes del matrimonio y la fidelidad durante el matrimonio y aumentar el placer sexual masculino;

razones sociológicas: identificación con la herencia cultural, iniciación de las niñas a la condición de mujeres, integración social y mantenimiento de cohesión social;

razones de higiene y estéticas: los genitales externos femeninos se consideran sucios y antiestéticos y deben eliminarse para fomentar la higiene y proporcionar atractivo estético;

mitos: aumento de la fertilidad y promoción de la supervivencia de los hijos;

razones religiosas: algunas comunidades musulmanas practican la mutilación genital de la mujer creyendo que es una exigencia de la religión islámica. No obstante, la práctica precede al Islam.





Prevalencia y distribución de la mutilación genital de la mujer



La mayoría de las niñas y mujeres que han sufrido mutilación genital viven en 28 países africanos, aunque algunas viven en Asia y en el Oriente Medio. Además, cada vez se encuentran más casos en Europa, Australia, Canadá y EEUU, principalmente entre inmigrantes de estos países.



Actualmente, el número de niñas y mujeres que han sufrido mutilación genital se estima entre 100 y 140 millones. Se calcula que cada año, dos millones más de niñas se encuentran en riesgo de sufrir mutilación genital.

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